jueves, 17 de febrero de 2011

Besos


Hay besos que se necesitan mucho,
tenemos que no se pueden tener,
hay que ser fuerte, cuando uno quiere,
debemos aprender a saber esperar.

Hay besos que pronuncian por si solos,
la sentencia de amor condenatorio,
hay besos que se dan con la mirada,
hay besos que se dan con la memoria.

Hay besos silenciosos, besos nobles,
hay besos mágicos, sinceros,
hay besos que se dan solo las almas,
hay besos por prohibidos, verdaderos.

Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado,
mil sueños errantes y perdidos.

Hay besos perfumados, besos tibios,
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas,
como un campo de sol entre dos hielos.

Hay besos que parecen pensamientos,
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y malos.

Judas besa a Jesús y deja impreso
en su rostro de Dios, la maldad,
mientras la Magdalena, con sus besos
fortifica piadosa su agonía.

Hay besos que producen desvaríos,
de amorosa pasión ardiente y loca,
tu los conoces bien son besos tuyos
inventados por ti, para mi boca.

Querremos recordar el primer beso…? indefinible;
cubriéndonos la cara de calor y sonrojos,
y en los espasmos de emoción terrible,
llenándonos de lagrimas los ojos.

Todos ellos tan necesarios,
para formar parte de nosotros.

Alas negras

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